Un domingo cualquiera
Hace mucho que me cuesta escribir y no entiendo exactamente bien el porqué, no sé qué hacer con esto que intenta salir de mí; quizá, solamente deba permitirme explotar como un gran estallido y sacar todo esto que me estorba y me forma un enorme tapón en el pecho, estas ganas incompletas, inconclusas de ser querida, son incompletas porque probablemente aún hay algo de miedo ahí, no ese miedo de quien tuvo algo y en algún momento lo perdió, de talvez un momento dejar de ser querida, es más bien ese pavor de descubrir que en realidad nunca lo fui y que desde mi padre y mi madre hacia atrás o hacia adelante no hubo una gota de amor que sostuviera mi existencia, aunque la evidencia diga que puede no ser cierta esa afirmación. Me siento muchas veces minúscula, pequeña e insuficiente frente a la posibilidad de un pequeño amor... Es posible también el amor que deseo; ese amor que no entiende exactamente sobre feminismo, ese amor que dentro de mí quiere adoración, quiere ser vista como la m